El buen comer es uno de los mayores placeres que nos puede dar esta vida que nos ha tocado vivir, en estos días de crispación política, OPAS, especulación inmobiliaria, cambio climático y demás... Y en eso (en lo de zampar), está mal que yo lo diga, pero servidor es un auténtico campeón.
Lejos de los cutre chiringuitos de las abarrotadas playas de Marbella, el puerto esconde un lugar privilegiado: El Luca. Aparentemente un simple restaurante más donde tomarte una buena fritura de pescado. Evidentemente tiene unos boquerones maravillosos y una dorada en adobo que te tira de espaldas.
Pero ahí no queda la cosa, además de una excelente selección de bivalvas, en su carta se esconden joyitas como las sardinas al limón o, ¡ATENCIÓN!, el calamar Luca. Desde que lo probé mi vida ha cambiado y siempre que puedo me voy especificamente al Luca para meterme yo solito un calamar entero... Mmmmmmm... Con su salsita, su relleno con patas y almendritas, esas deliciosas patatas fritas... ¡Ay, que me pongo malo!
Y todo ello a un precio más que razonable para la calidad que ofrecen. Ya sabes, en el puerto de Marbella en la calle Fuengirola.
J.F. "Chanquete" León
Categorías: Tapeo, comer
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